EcoReporte.
Generalmente,
una especie en peligro es un organismo en peligro de desaparecer de la
faz de la Tierra si no mejora su situación. Cuando no se ha observado en
ambientes naturales a miembros de una especie durante más de cincuenta
(50) años, se dice que esa especie está extinta.
En muchos países se han dictado leyes y reglamentos para proteger a las especies en peligro de extinción y los hábitat de los cuales ellas dependen. En dichas disposiciones legales se establecen las categorías de peligro; en la mayoría de los casos, se reconocen por lo menos dos categorías: riesgo inmediato y amenazada.
Carlos Darwin demostró que la extinción de una especie es un proceso evolucionario. No hay razones para preocuparse sobre la desaparición de especies. De hecho, una tasa constante de extinción es un proceso normal en el curso de la evolución y se conoce con el nombre tasa de extinción de fondo.
Las especies siempre han evolucionado y desaparecido a través de los tiempos geológicos debido a cambios climáticos y a la incapacidad para adaptarse a superar la competencia y la depredación.
Pero, al exponer este argumento, olvidamos un hecho muy importante: desde el siglo 17, los humanos han acelerado la tasa de extinción debido al aumento de la población y al consumo de los recursos. Hoy en día, la mayoría de los hábitat del mundo están cambiando tan rápidamente que las especies no tienen tiempo para evolucionar o adaptarse a tales cambios.
Se estima que la actual tasa global de extinción es de más o menos 20.000 especies por año, lo cual es muchas veces mayor que la tasa de extinción de fondo. Muchos biólogos creen que estamos inmersos en el mayor episodio de extinción en masa desde la desaparición de los dinosaurios hace 65 millones de años.
Por lo que se sabe sobre las poblaciones actuales y de la teoría de la evolución, la clave de la extinción es el cambio en el ambiente físico o en el biológico, pero la vulnerabilidad también depende de muchos factores, tales como el tamaño total de la población, la distribución geográfica, la capacidad reproductiva, las relaciones ecológicas con otras especies, y las características genéticas.
Se ha estimado que, en toda la historia de la Tierra, han vivido 500 millones de especies; las que existen en la actualidad representan apenas el 2% de aquellas que alguna vez aparecieron. El otro 98% ha desaparecido o evolucionado hacia nuevas especies.
En muchos países se han dictado leyes y reglamentos para proteger a las especies en peligro de extinción y los hábitat de los cuales ellas dependen. En dichas disposiciones legales se establecen las categorías de peligro; en la mayoría de los casos, se reconocen por lo menos dos categorías: riesgo inmediato y amenazada.
Carlos Darwin demostró que la extinción de una especie es un proceso evolucionario. No hay razones para preocuparse sobre la desaparición de especies. De hecho, una tasa constante de extinción es un proceso normal en el curso de la evolución y se conoce con el nombre tasa de extinción de fondo.
Las especies siempre han evolucionado y desaparecido a través de los tiempos geológicos debido a cambios climáticos y a la incapacidad para adaptarse a superar la competencia y la depredación.
Pero, al exponer este argumento, olvidamos un hecho muy importante: desde el siglo 17, los humanos han acelerado la tasa de extinción debido al aumento de la población y al consumo de los recursos. Hoy en día, la mayoría de los hábitat del mundo están cambiando tan rápidamente que las especies no tienen tiempo para evolucionar o adaptarse a tales cambios.
Se estima que la actual tasa global de extinción es de más o menos 20.000 especies por año, lo cual es muchas veces mayor que la tasa de extinción de fondo. Muchos biólogos creen que estamos inmersos en el mayor episodio de extinción en masa desde la desaparición de los dinosaurios hace 65 millones de años.
Por lo que se sabe sobre las poblaciones actuales y de la teoría de la evolución, la clave de la extinción es el cambio en el ambiente físico o en el biológico, pero la vulnerabilidad también depende de muchos factores, tales como el tamaño total de la población, la distribución geográfica, la capacidad reproductiva, las relaciones ecológicas con otras especies, y las características genéticas.
Se ha estimado que, en toda la historia de la Tierra, han vivido 500 millones de especies; las que existen en la actualidad representan apenas el 2% de aquellas que alguna vez aparecieron. El otro 98% ha desaparecido o evolucionado hacia nuevas especies.
Tomado de:
http://www.jmarcano.com/biodiverso/endanger/definicion.html
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